lunes, 29 de febrero de 2016

HOY SERÍA 15 DE JULIO DE 2017

Cada cuatro años se añade el día 29 de febrero, como en este 2016 que es año bisiesto.

 
Si queremos entender por qué existen los años bisiestos debemos un año dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, no 365.
fijarnos en el movimiento de la Tierra alrededor del Sol: nuestro planeta rota 365,24219 veces durante una órbita completa alrededor del astro, por tanto
Al emperador Julio César se le ocurrió crear el año bisiesto. Si cada año nosotros contamos esos 365 días, perdemos esas 5 horas que deberemos recuperar. Durante tres años contamos esos 365 y al cuarto recuperamos el día que falta, los 29 días que tiene febrero, el año bisiesto. 
Si no añadiéramos un día completo cada cuatro años, las estaciones acabarían descompasadas del calendario, de tal manera que después de unos 700 años, en el hemisferio norte la Navidad caería en mitad del verano. Al revés, en el hemisferio sur. 
Fue en el año 44 antes de Cristo, al adaptarse al calendario juliano —basado en el movimiento del Sol—, cuando los años pasaron a tener 365 días, divididos en doce meses de 30 o 31 días salvo febrero, con 28. Siendo conscientes los romanos de que los 365 días no eran un cálculo exacto, cada cuatro años añadían un día más al calendario. Posteriormente, en el año 1582, el calendario gregoriano (promovido por el papa Gregorio XIII) sustituyó al juliano y ajustó un poco más el desfase que todavía existía con el calendario juliano añadiendo excepciones a los años bisiestos: no lo serán los años múltiplos de 100, salvo si son también divisibles por 400. Por este motivo, el año 1900, que debería haber sido año bisiesto, no lo fue (es múltiplo de 100 y no es divisible por 400). Y el año 2000, que es múltiplo de 100, pero también es divisible por 400, sí que lo fue. Del mismo modo, los años 2100 y 2200 no serán años bisiestos. Los años actualmente tienen 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos. Pese a este ajuste todavía se acumula un desfase de unos segundos, con lo que para que se acumule un día de error tendrán que pasar más de 3.200 años. Para más información, aquí

domingo, 14 de febrero de 2016

Matemáticas en el supermercado

Desde matesote queremos dar la bienvenida a un programa de divulgación científica llamado "Órbita Laika", del cual podemos disfrutar los domingos a las 23:00 en La 2 o bien en este enlace.
Destacamos el siguiente vídeo en el que se destaca la utilidad de las matemáticas a la hora de hacer la compra. Prestad atención.


sábado, 13 de febrero de 2016

LAS PLANTAS CARNÍVORAS SABEN CONTAR


Cuando escasean los nutrientes del suelo, las plantas carnívoras necesitan incorporar insectos o arañas en sus dietas. Sin embargo, cerrar el órgano de captura alrededor de sus presas conlleva un gasto de energía muy alto y, por eso, la planta tiene que decidir cuidadosamente si le merece la pena hacerlo. 

Un estudio publicado enero en la revista Current Biology y en el que participa el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) desvela que, para tomar esta decisión, la planta utiliza los números

El estudio se ha realizado en la Dionaea muscipula o venus atrapamoscas, una planta carnívora que para detectar a sus presas, cuenta con la ayuda de pelos sensores en la superficie de las hojas de captura. Según los autores, la venus atrapamoscas es capaz de contar cuántas veces estos pelos han sido tocados por el insecto para decidir si merece la pena atraparlo y digerirlo.
Un primer contacto con el pelo sensor no es suficiente para cerrar la trampa (podría ser una falsa alarma), pero sirve para ponerse alerta. Un segundo contacto en menos de 30 segundos, y el órgano de captura se cerrará sobre su presa. La venus atrapamoscas es capaz de contar cuántas veces estos pelos han sido tocados por el insecto.  Mientras intenta escapar, el insecto vuelve a tocar repetidamente el pelo sensor. Esto provoca el cierre hermético de la trampa que forma lo que los autores denominan “estómago verde”. Más información, aquí