lunes, 23 de noviembre de 2015

LA BELLEZA CUMPLE UN SIGLO

En Noviembre de 1915,  A. Einstein publicó las ecuaciones definitivas de su Teoría General de la Relatividad, uno de los pilares (junto con la mecánica cuántica) de la física moderna y base de la cosmología.
Un siglo más tarde, su teoría sigue estando vigente y los científicos siguen probando sus predicciones e intentando identificar sus fallos, hasta ahora sin éxito.

Einstein partió menos de los datos que de la intuición, menos del conocimiento que de la imaginación, y pese a todo llegó a una teoría que no solo se ha mostrado en extremo eficaz y fructífera, sino que se reconoce entre sus colegas como la más bella de la historia de la ciencia.
Las matemáticas de la relatividad general son de gran dificultad pero el punto de partida de Einstein no puede ser más simple e intuitivo. “La idea más feliz de mi vida”, según la propia descripción de Einstein, que la contó así: “Estaba sentado en la oficina de patentes de Berna, en 1907, cuando, de repente, me vino una idea: una persona en caída libre no sentirá su propio peso. Quedé sorprendido. Esa sencilla idea me causó una profunda impresión y me impulsó hacia una teoría de la gravitación”. Lo que hoy puede experimentar cualquier visitante de un parque de atracciones –la ingravidez en caída libre— fue el disparador de la teoría que fundó la cosmología moderna.
Si queréis saber más, os recomendamos estos vídeos:
Preguntas sobre el vídeo Viajes a través del tiempo de Stephen Hawking

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